sábado, 4 de agosto de 2018

Donald Trump está azuzando todo el avispero geopolítico

ASIA CONTRAPESO A EU Y
A SU EFECTO  MARIPOSA

Por CLAUDIA LUNA PALENCIA
Economista especializada en periodismo
económico y análisis geoeconómico

            La transición hacia un nuevo orden mundial es evidente: la sábana del poder disputada por Estados Unidos y China sacude pelusas entre varias economías posicionándose  claramente entre uno y otro  bando; se ha cumplido  la premonición del general Patrick Hugues, años atrás director de la Agencia de Información de la Defensa (DIA) que en 1997 aventuró el colapso de la supremacía de su país atenazada por China y Rusia.
Banderas de China y Estados Unidos
         No fue el único porque algunos  think tanks analizaron hacia qué sitio se estaba desplazando la pangea de intereses internacionales gracias al deshielo de la Guerra Fría; un nuevo rompecabezas geopolítico se estaba conformando.
            Tres años antes de concluir el siglo XX, las tesis de diversos círculos de analistas e intelectuales al interior de la Unión Americana  deslizaron que desde la Casa Blanca no se estaba haciendo nada para contener el inminente escenario previsto, catastrófico para ellos, dado que se trataba de ceder la hegemonía norteamericana impuesta una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial.
Patrick Hugues

            Sobre de esa pérdida de sustancia y de visión supremacista de largo plazo discutieron diversos autores en un libro clásico como lo es “Geopolítica del Caos”  en ese entonces Michael T. Klare experto en análisis internacional advirtió que Washington carecía de un plan B.
            “Existe también  una tensión  entre los expertos diplomáticos que ponen el acento sobre el peligro ruso y aquellos que subrayan más la existencia de una amenaza china, pero ambos grupos se ponen de acuerdo en la necesidad de estar prevenidos respecto a una futura cooperación militar entre Moscú y Pekín”, alertó Klare.
            Igualmente precoz resultó  la admonición mordaz  de Richard Bernstein en su ensayo “The Coming Conflict with China”, uno por venir ya sea por Taiwán, por el dominio de los mercados, de las entrañas del petróleo y el gas o  del maná del comercio; por la expansión económica china inteligentemente eslabonada con la nueva perla unificadora entre China, Asia, Europa, África y América Latina como es la ambiciosa Nueva Ruta de la Seda (en inglés One Belt, One Road).
Donald Trump y Vladimir Putin

         En el signo de los tiempos, la gran interrogante es cuánta de esa potestad perderá el monolito norteamericano, cuánto Washington está dispuesto a ceder para compartir el  poder que, por ejemplo, le dio la reconstrucción en Japón o el Plan Marshall en Europa; cuánto considera que está en Asia y no en América Latina la esencial disputa para recuperar toda la autoridad.
Michael T. Klare
Después de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, el segundo hecho significativo para la aldea global lo es el actual cambio de rumbo en la política estadunidense.
La llegada del empresario Donald Trump (sus familiares son inmigrantes de raíces alemanas en busca del sueño americano) a la Casa Blanca prácticamente  está azuzando todo el avispero geopolítico.
Hay un desequilibrio visible en el (des)orden mundial con una serie de roces y enfrentamientos innecesarios provocados no sólo en el terreno diplomático, sino también en cuanto al entramado del multilateralismo en lo comercial y en lo económico.
CHINA QUIERE EL REEQUILIBRIO
Mientras Occidente tambalea de la mano de su líder -como en tiempos del Imperio Romano- en Asia, China no deja de construir andamio tras andamio la expansión de su economía pero también empieza a reclamar su papel trascendental en la geopolítica.

El dragón asiático y el elefante de la India
El dragón asiático está llamado a convertirse, de forma consistente, en la primera potencia del mundo a partir de 2030, según un informe elaborado por la OCDE que se titula "Una mirada a 2060: Una visión global del crecimiento a largo plazo”. Para  2060, tanto China como la India, serán las dos potencias económicas eje del sistema productivo global.

Mapa de India y China
Con estos pronósticos no es de extrañarse que EU esté realizando los movimientos estratégicos políticos, comerciales, militares, económicos y financieros para asegurar que esto no suceda así.
            Trump no ha dejado de enviar incesantes dardos envenenados: 1. Obligándole a mediar con Corea del Norte buscando fracturar la cercanísima relación tradicional entre norcoreanos y chinos, acorralando al gobierno de Xi Jinping para que China cumpla con el boicot comercial, económico y de inversiones que el Consejo de Seguridad de la ONU  avaló recrudecer debido a las prácticas nucleares ordenadas por Kim Jong-un; 2. Provocando roces diplomáticos entre China y Taiwán en los que EU ha sido el factor  de disenso debido a que en marzo pasado el presidente norteamericano decidió  firmar la Ley de Viajes a Taiwán que permite a funcionarios estadunidenses viajar al pequeño estado insular sin contar con el permiso de Pekín; violando con ello la política china de “una sola China”. Trump recién obtuvo la victoria electoral  sostuvo una conversación con Tsai Ing-wen, presidenta de Taiwán, acercamiento que provocó un inminente reclamo y una nota diplomática del país de Mao.
Kim Jong-un, líder de Corea del Norte y Donald Trump presidente de Estados Unidos

            Todo un rosario de provocaciones hilvanado desde el Despacho Oval hasta el Palacio de Gobierno de Pekín, lo último engarza el reajuste arancelario a las importaciones que arrancó con el acelerador puesto en enero con la nueva tasa en la frontera norteamericana del 30% en las importaciones de paneles y células solares; también una tasa especial del 20% en determinados modelos de lavadoras; después vino el 10% al aluminio y el 25% al acero y el anuncio al poco de un 25% a diversos productos chinos por un valor de 50 mil millones de dólares.
TORPEDOS ARANCELARIOS ENTRE EU Y CHINA
EU le grava a China
-Paneles, celdas y células solares
-Algunas marcas de lavadoras
-Bloqueo a ZTE y sus celulares
-10% a aluminio
-25% al acero
-25% a 1 mil 300 artículos por 50 mdd
-Nuevo gravamen artículos por 100 mdd
-Amenaza con imponer otros 200 mdd
China le responde a EU
-15% al 25% en agropecuarios por 3 mdd
-25% a 106 productos estadunidenses por 50 mdd
-Amenaza con medidas cuantitativas y cualitativas
Estados Unidos vs. China

El pasado 5 de abril se anunció otra tanda alcista esta vez por 100 mil millones de dólares y hace unos días, Trump ordenó revisar la base de datos de los artículos importados amagando con imponerle a China otros 200 mil millones de dólares adicionales subiendo un 10% aranceles a otro cupo de mercancías.
            En contrapartida el mandatario Xi Jinping está girando instrucciones para responder  con las mismas medidas, a pesar de que aguardó con paciencia a que, de última hora, EU se retractase.
            En la voz mesurada de Winter Nie, el único perdedor  a mediano y largo plazo serán los productores norteamericanos, los consumidores norteamericanos y por ende, “la economía norteamericana”.
            “Recordemos que como candidato a la Presidencia él ya prometió entonces subir las tarifas aduaneras entre un 35% a un 40% para las importaciones chinas con la pretensión de, en su momento, forzar a una renegociación”, rememoró la directora regional del sudeste asiático y Oceanía del IMD Business School.
            Pero esto puede llegar a convertirse en una pelea que lo único que hará es continuar desnudando la constante y clara pérdida de terreno de la hegemonía norteamericana.
            Esto es muy fácil de entender, añadió Nie, el perdedor será EU en esta guerra comercial, y Trump “sabe que está navegando en aguas turbulentas” demostrando además una ignorancia total acerca de la tesitura de las relaciones en Asia.
            Es el escorpión levantando el aguijón esperando picar para desparramar su veneno en busca de debilitar al otro, a su víctima, pero China no es endeble ni taciturna ya dijo que responderá con medidas cuantitativas y cualitativas. Es decir, no únicamente recurriendo al amplio abanico de elevar los impuestos aduaneros sino también tiene bonos del tesoro, tiene muchas más reservas en divisas, en oro,  y muchos más amigos y aliados.
            La escalada comercial terminará desatando no sólo los torpedos arancelarios sino otras tácticas cargadas de nitroglicerina geoeconómica, a juicio de  Winter: “EU es el que más necesita de China, Trump debe entender que no estamos en la década de 1980, hoy existe un claro liderazgo; la obsesión de Trump pasa por recortar el déficit comercial porque China les exporta 505 mil millones de dólares y a cambio les importa 130 mil millones de dólares, ese déficit por 376 mil millones de dólares pretende corregirlo a golpe de subida de aranceles, pero se equivoca”.

DEL G7 DEL DESASTRE A LA ALIANZA ASIÁTICA
            El mundo de revés: mientras el huésped de la Casa Blanca abogaba en el cónclave del G7 en Canadá (8 y 9 de junio) por volver a incluir a Rusia en sus reuniones anuales, justo del otro lado del mundo, el líder ruso Vladimir Putin recibía una condecoración fraternal de manos de Jinping.


            La cita en Qingdao, provincia de Shandong, reunió a los países miembros de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) prácticamente congregó al núcleo focal de Asia y parte de Eurasia: China, Rusia, Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán, Uzbekistán, India y Pakistán como miembros de derecho; y otras naciones observadoras como Irán.
            Fundada el 8 de abril de 1996, la OCS ha ido evolucionando desde los principios cardinales de su formación hasta que en septiembre de 2003, Wen Jiabao entonces primer ministro de la República Popular China propuso la creación de una zona de libre comercio que es dentro de ese proceso en el que actualmente se encuentran sus miembros: la formación futura y nada lejana de una zona de libre comercio que sería la más importante del planeta y en la que se encontrarían justo las tres economías llamadas a liderar el mundo después de 2030 como son China, India y Rusia.
            Dentro de este grupo orbitan, además, cuatro de las naciones más extensas del planeta como son Rusia, China, India y Kazajistán; asimismo las dos más pobladas del mundo con China y la India.
            Allí en Qingdao quedó el relato del contraste y el retrato de unidad –la buena sintonía en la foto de familia- que resultó imposible conciliar  a miles de kilómetros de distancia en el seno del G7 como si fuese el choque  de lo nuevo ante lo viejo.
            ¿A qué acuerdos se llegaron en la OCS? Ha reforzar entre sus miembros varias premisas relacionadas con la seguridad regional, hacer frente al terrorismo, separatismo y el extremismo; continuar trabajando en las cien medidas para facilitar lo más pronto posible el libre intercambio de mercancías entre sus miembros; a respaldar a Irán en su Tratado Nuclear; a mantener el cauce de la globalización, del entendimiento diplomático, y del respeto a los pueblos.
            Se llamó a fomentar la confianza mutua y la buena vecindad entre los Estados miembros; intensificar la colaboración en el ámbito de la política, la cultura, la economía, la ciencia, la tecnología, las innovaciones, el comercio, el turismo y la ecología.
            Nunca se creyó que las bases de la nueva moralidad diplomática, sus valores, salieran de ejemplo de un país comunista con una economía de mercado; en los últimos meses desde Exteriores, en Pekín, han mediado para evitar una confrontación con la India, luego de que el gobierno de Narendra Modi permitió que parte de su ejército ocupase  Donglang cerca del Himalaya.
            Ha sido la bonhomía del líder chino, su marchamo de paz, lo que permitió restablecer la normalidad corriendo además la invitación a Modi de acudir este año a la cita de la OCS; también logró mediar con buen tino en el acercamiento entre el dictador norcoreano Kim Jong-un y el presidente sudcoreano Moon Jae-in así como con Trump; hechos que permitieron el encuentro histórico de la pasada cumbre de Singapur.
            En menos de noventa días, Jong-un y Jingping, se han reunido en tres ocasiones: la última, el pasado 19 y 20 de junio, esta vez de visita oficial de Estado; la nueva recepción -como refirió  la prensa asiática- sirvió para hablar de los pormenores del acuerdo marco conjunto firmado entre Jong-un y Trump.
Jong-un y Jingping
              China ve con buenos ojos la desnuclerización de su vecino y tradicional aliado pero mucho más con un hálito de descanso que EU retire a sus casi 30 mil soldados de Corea del Sur y suceda una acelerada  distensión en la región.
            El eje Pekín-Pyongyang es fuerte, se entienden mutuamente, y como expresó Jingping nada lo romperá ni siquiera la promesa de una lluvia de inversiones norteamericanas en la hermética nación norcoreana.
            “No importan los cambios que se produzcan en la situación internacional, las relaciones entre China y Corea del Norte no cambiarán, y el apoyo de China a Corea del Norte no cambiará”, expresó convencido el líder supremo chino.
            Ante el enojo de Washington, China sigue ganando hoy por hoy, de la potencial desnuclearización sale ganadora y de una posible apertura a las inversiones también, de hecho, la coalición sino-rusa ya anunció su disposición en pro de llevar sus empresas y tecnología a Corea del Norte.
            Hasta el presidente ruso Vladimir Putin invitó a Jong-un para el próximo mes de septiembre al hombre de moda, al real ganador (vindicado y revindicado como sátrapa) del encuentro con el máximo representante de la política norteamericana.
            Hay lo que hay diplomacia pero intereses económicos, negocios por hacer primordialmente para China y la India, economías con un crecimiento anual promedio de entre el 6.2% y el 6.5% y necesitadas de petróleo, gas, agua y también de minerales. Corea del Norte es la quintaesencia de los minerales como el hierro y otros elementos que el Instituto de Investigación de Corea del Sur cifra en “trillones de dólares” ocultos en el subsuelo de la república popular.
            A través del entendimiento entre las partes en la Organización de Cooperación de Shanghái es plausible la expansión de los ambiciosos proyectos de gasoductos, oleoductos, presas hidráulicas, conexiones de vías férreas, puertos marítimos y grandes explotaciones bajo la Nueva Ruta de la Seda.
Países miembros de la  Organización 
de Cooperación de Shanghái

China, India, Rusia, Pakistán, Uzbekistán, Tayikistán,   Kazajistán y  Kirguistán  


          La meta es la de concretar las obras de infraestructura en un lapso de 30 a 35 años, esto es, después del año 2050 el mundo tal y como se conoce hoy en día será vertiginosamente distinto.
     Para acelerarlo China anunció 124 mil millones de dólares adicionales para la construcción de diversas obras y la inyección de 14 mil 500 millones de dólares en el Fondo de Inversiones así como reforzar al Banco de Inversión en Infraestructura de Asia (AIIB).
China pretende vertebrarse directamente por tierra y  por mar, interconectarse con 65 países construyendo rutas de acceso en vías férreas y portuarias para facilitar el trasvase de las mercancías, desde Indonesia hasta España… desde el Pacífico hasta el Atlántico.
            En la actualidad no queda duda: hay dos modelos abiertos y yuxtapuestos, a EU finalmente le alcanzaron las premoniciones de sus asesores, han transcurrido las dos décadas y el gigante asiático camina  velozmente listo para desplazar el poder hacia Asia… llevarse toda la sábana.
El gigante asiático
            Lo hace construyendo lazos, en tanto que la nueva política norteamericana destruye, sacude, irrita, provoca, quiere el caos para concitar confrontaciones de unos con otros; se salta todas las normas diplomáticas así como las políticas del buen vecino e inclusive se sitúa por encima de las instituciones eje del consenso global y que velan por las relaciones internacionales.
       Provoca el caos para conservar el liderazgo, para en la confusión seguir siendo el ganador, en medio del efecto mariposa.

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Director
Mtro. Jesús Pérez Loza
 
Redacción
José de Jesús Morales
Felipe Hernández Sandoval

Innovación y Logística
Yolanda Tiscareño Valencia
Guadalajara, Jalisco, México, sábado
4 de agosto de 2018.
  

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