miércoles, 18 de octubre de 2017

Tradición tapatía desde el Siglo XVIII

LA LLEVADA DE LA VIRGEN DE ZAPOPAN
Por David Aréchiga Landeros*

Como migrante mazatleco llegado a Guadalajara en 1960 cuando apenas

rebasaba los 18 años, fue para mí una gran experiencia, cuando el 12

de octubre de ese año, asistí a la "llevada" de la Virgen de Zapopan,

en compañía de la familia de mi primer amigo tapatío, Alejandro Meza,

de oficio ferrocarrilero, muy católico y fervoroso zapopano.

  Fue para mí motivo de gran emoción y asombro llegar en la madrugada

a Catedral aquel remoto 12 de octubre de 1960 y encontrarme con miles

de familias rezándole a la Virgen con lágrimas en los ojos, en su

despedida de Guadalajara rumbo a Zapopan.


Virgen de Zapopan
  Nunca en mi corta vida había visto una concentración tan numerosa,

pues ni los políticos de la época lograban reunir tanta gente, ni

acarreándola. Sin embargo, aquella Virgen pequeñita hacía el milagro

de unir en forma espontánea a millones de creyentes.

  La caminata comenzó todavía obscura la mañana y al salir de la

Catedral encontré afuera a varias señoras de la familia de mi amigo

Alejandro, cargando enormes canastas con comida que yo pensé que las

iban a afrecer la Virgen, pero resultó que contenían el lonche que

tuvimos que cargar durante la caminata, por lo que creí que la marcha

iba a durar varios días, pues la canasta que me tocó cargar estaba

demasiado pesada; es más, creo que pesaba más que las otras.


Basílica de Zapopan. Acuarela digital del Arq. Rafael Polanco

  Despues me enteré de que ese mismo día, despues de llevar a la

Virgen a su templo en Zapopan, comeriamos bajo la sombra de los

árboles de un bosque (Los Colomos) a la sombra de los pinos enormes y

frescos para celebrar el acontecimiento.

Virgen de Zapopan en 2017
Me quedé con los ojos muy abiertos cuando contemplé las "mandas" con

la tortura de los nopales espinosos entre pecho y espalda desnudos de

los fieles (solo hombres), hincados en la calle, escenas que nunca

había visto en mi Estado de Sinaloa, admirado tambien ante el fervor

religioso manifestado en el rezo de la gente que acudía a pagar un

favor recibido o a pedir el apoyo divino de la Virgen, para mitigar

alguna pena.

  La gran cantidad de danzantes y tambores era impresionante, con un

colorido que pudimos apreciar al salir el sol. La marcha era lenta,

como si la gente quisiera prolongar lo más posible aquel momento en

compañía de la Virgen de Zapopan.



Basílica de Zapopan en 1950


  A todo lo largo del camino había puestos de comida variada, y como

la pesada canasta que yo cargaba ya me estaba deshidratando, me

pregunté para qué cargarla de tan lejos si podiamos comprar la comida

en los puestos e ingerirla calientita en el camino.

  Contagiado por el fervor religioso que se derramaba ante mis ojos,

consideré mejor aceptar de buena gana el sacrificio de cargar la cada

vez más pesada canasta, como una forma de ofrecer una "manda" a la

Virgen para pedirle que me fuera bien en mi aventura en Guadalajara,

lejos del mar querido de mi puerto, y de mis padres y hermanas que

allá se quedaron.

Virgen de Zapopan en  Chapala,  Jalisco
  La Virgen me escuchó y he sido muy feliz en Guadalajara después de

más de medio siglo aquí, en compañía de mi esposa, hijos, nietos y una

bisnieta, amén de que mis padres y hermanas tambien se vinieron para

acá desde hace muchos años. Tengo igualmente muchos amigos que me

endulzan la vida y gratos recuerdos que me apoyan en esta tercera edad

que ya casi llega a la cuarta y ya pesa como canasta lonchera, con un

proyecto realizado y con la Virgen de Zapopan, siempre joven, bella y

fresca, quien viaja constantemente a Guadalajara y que en primavera

realiza su viaje turístico a Chapala para hacer llover, y ahí tenemos

el milagro de que en este año 2017 el lago casi llega al setenta por

ciento de su nivel, a pesar de que el gobierno no hace nada para que

esté al cien, amén de que los usuarios no cuidamos y hasta

desperdiciamos el agua, al no apreciarla como fuente de vida.

La Virgen de Zapopan inició
sus romerías en 1734






  Ahora lamento que ya mis piernas no me ayuden para acompañar a la

Virgen en su regreso a Zapopan cada año, y menos para cargar canastas

tan pesadas, pero hace varios años que cambié mi domicilio a Zapopan,

no muy lejos de la basílica, para tener mas facilidad de ir a

recibirla a su llegada.


 


Resumo:


En este largo camino de mi cansado existir,

ya no acompaño a la Virgen, ella me acompaña a mí.




*Doctor en Ciencias. 
Universidad de Guadalajara.



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Guadalajara, Jalisco, México, miércoles 18 de octubre de 2017.