martes, 30 de octubre de 2018

El comercio, es usado también para el pretexto de la guerra y de las invasiones


LA GUERRA COMERCIAL “ENFRÍA” EL CRECIMIENTO MUNDIAL




Por Claudia Luna Palencia
Economista especializada en periodismo y análisis geoeconómico
En comparación con la cumbre del año pasado, la recién concluida Reunión Anual 2018 del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) celebrada en Bali, Indonesia, fue mucho más pesimista tanto en su tono, su contenido como en sus pronósticos.

En la edición de 2017, Christine Lagarde, directora gerente del FMI, abordó la evolución del crecimiento mundial  con cierto frenesí: la esperanza de  los asesores del organismo internacional apuntaban a que la economía de buena parte de los países industrializados europeos lograsen, finalmente, dejar atrás el largo espectro de ocho años recesivos. “El sol está saliendo de nuevo pero no hay que olvidarse de arreglar el tejado”, advirtió entonces.
El panorama ha cambiado: la semana pasada, la directiva comenzó su discurso de inauguración hablando de nubarrones peligrosamente cernidos sobre de las expectativas de la economía global.
            Y es que en los últimos doce meses no sólo no se llamó al fontanero, ni al carpintero ni se impermeabilizó el tejado, sino que llegó Donald Trump a darle de mazazos.


Donald Trump y los mazazos mundiales
             El presidente estadunidense enarbola una política comercial proteccionista desatando una guerra de aranceles con China y otros países; sin obviar, la directriz de imponer sanciones económicas contra terceros fabricando así un coctail artificial e innecesario que va debilitando, teja por teja, al multilateralismo con consecuencias sobre del crecimiento mundial.
“Algunos riesgos están empezando a materializarse: riesgos para la estabilidad y la prosperidad económicas. Riesgos para los principios y las instituciones que sustentan la cooperación internacional, que tantos beneficios ha ofrecido a tantas personas durante tantos años”, advirtió Lagarde.

Desde la óptica del FMI, la creciente incertidumbre acerca de las políticas comerciales puede intensificar los vientos económicos adversos, haciendo que los riesgos se inclinen aún más a la baja.
“En particular, una escalada sistémica de las tensiones comerciales podría impactar gravemente en el crecimiento mundial, al mismo tiempo que fallaría en resolver las causas del persistente exceso de desequilibrios externos. Mientras la normalización monetaria en las principales economías continúa, un repentino endurecimiento de las condiciones financieras mundiales podría intensificar los desplazamientos de flujos de capital y poner en riesgo el crecimiento, especialmente  donde existe mayor riesgo”, enfatizó el organismo.
El comercio es el comercio, desde los tiempos en que los fenicios se convirtieron en los grandes mercaderes, desde que las grandes rutas geográficas fueron descubiertas y trazadas para el trasiego de los enseres, las mercancías y por supuesto, para el desplazamiento de las personas.


Los fenicios iniciadores del comercio mundial
            El comercio que es usado también para el pretexto de la guerra y de las invasiones, tiene su gran lado blanco en pro de la paz y de la cooperación,  que como señaló Lagarde ha dejado “un período sin precedentes de crecimiento y prosperidad en los últimos 70 años”.
            Entonces consterna la vuelta al discurso hostil enarbolado por el mandatario Trump, porque las consecuencias  de sus decisiones unilaterales están dejándose sentir tanto interna como externamente.
            Para el FMI está frenando el crecimiento, de hecho, la escalada de tensión comercial actual, podría reducir el PIB mundial en casi un 1% en los próximos dos años.
“La expansión sostenida que comenzó a mediados de 2016 sigue su curso y se proyecta que el crecimiento mundial de 2018-2019 se mantenga al nivel de 2017. Sin embargo, al mismo tiempo, la expansión es menos equilibrada y es posible que en algunas economías grandes ya haya tocado máximos. Los riesgos para el crecimiento mundial han aumentado en los últimos seis meses y la posibilidad de sorpresas positivas se ha disipado”, puntualizó el organismo en su informe de Perspectivas de la Economía Mundial.

Christine Lagarde
            En la postura conciliadora de Lagarde, todo sistema es perfectible, y antes de una escalada mayor “es evidente que debemos aliviar estas disputas”; así como reformar el sistema de comercio mundial “para que sea mejor, más justo y más sólido, para todas las naciones y todas las personas”.
            Hacerlo “juntos” pero no “desmantelarlo”, el FMI finalmente se suma a las presiones (como ya lo hizo Francia)  ejercidas por Washington para que en los próximos meses suceda una reforma de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
            Un borrador en el que ya  trabaja EU, y que busca corregir todo lo que no le gusta (primordialmente China) en el renglón de las normas del comercio multilateral de la OMC; ya en varias ocasiones Trump ha amagado con abandonar el organismo comercial si no se reforma.

            Lo que la Unión Americana pretende es corregir el saldo deficitario de su balanza comercial, y en la visión mercantil del mandatario estadunidense esto se lograra poniendo más trabas para sus importaciones y buscando mayores facilidades  y concesiones para sus exportaciones.
            Sin embargo, en una economía global tan interrelacionada que nada tiene que ver ni con 1929, ni con 1947, ni con 1976, ni con 1994, las cadenas de valor, la deslocalización geográfica y digital han creado tales redes de sinergia que no hay un “ganar, ganar y ganar” para una economía que únicamente vea por su propio beneficio.

MENOR DINÁMICA
           
En el último trimestre de 2018, China tiene impuestos 250 mil millones de dólares en aranceles ad valorem en una amplia gama de artículos, bienes y mercancías que son importadas por la Unión Americana.
 La nueva política comercial norteamericana quiere reducir el desequilibrio comercial con China: EU le vende productos y servicios por 130 mil millones de dólares pero le compra productos, bienes y servicios chinos por 505 mil millones de dólares.
            Entre marzo y septiembre del año en curso, se han puesto aranceles a un total de 13 mil 057 artículos: 6 mil 844 de EU y 6 mil 213 de China. En dinero  significa  250 mil millones de dólares en aranceles para los chinos, y 113 mil millones de dólares para los estadunidenses.
           
                     Así van las sanciones EU vs China

País     Fecha              Productos        Arancel            Valor

EU       23 marzo                      2                      25%                 no se sabe
China    2 abril                          128                  25%                 3 mmdd
EU       6 julio                            818                  25%                 34 mmdd
China    6 julio                           545                  25%                34 mmdd
EU       23 agosto                     279                  25%                 16 mmdd
China 23 agosto                       333                  25%                 16 mmdd
EU       24 sept.                        5745                 10%                 200 mmdd
China 24 sept.                          5207                 varios*             60 mmdd
*del 5%, 10%, 20% y 25%
Fuente: USTR y

Desde Beijing se acusa a  Washington de “acoso comercial”, y de utilizar estratagemas para condicionar que otros países accedan a sus peticiones debilitando su voluntad vía la imposición de sanciones.
            De acuerdo con el Consejo Estatal del Ejecutivo  chino existe un claro “desafío a China” lo que ha motivado una “escalada de tensiones entre ambos países”. Aunque, hasta el momento, mantiene estable sus previsiones de cerrar este año con un PIB del 6.6 por ciento.


Guerra comercial: Estados Unidos Vs. China
            Según un análisis de Standard Chartered Bank, el PIB chino cederá un 0.6% de su crecimiento a consecuencia de los aranceles, aunque –por el momento-, las exportaciones chinas a EU aumentaron un 14.5% en septiembre pasado.
            Asimismo está el impacto  boomerang generado por el incremento en los aranceles ad valorem de las importaciones del acero y del aluminio gravadas por EU con un 25% y 10%, respectivamente.


            En enero pasado, los pronósticos del FMI avizoraron un PIB global del 3.9%, no obstante, recientemente decidió ajustarlo a la baja estimándolo en un 3.7% a reserva de digerirse la guerra arancelaria, las sanciones económicas y los aranceles al acero y al aluminio.
            Desde luego el efecto adverso de las decisiones de política monetaria y fiscal en EU,  más el comportamiento de los petroprecios que,  cuando los economistas del Fondo elaboraron sus proyecciones, tenían una media de 62.06 dólares el precio del barril.
            Mientras que en septiembre y octubre, los precios del crudo en el mercado internacional han llegado a superar los 83.04 dólares por barril, y han cotizado en una media de 79.11 dólares.

            La eurozona es una de las áreas más perjudicadas tanto por las decisiones de política económica interna como de geoeconomía estadunidense: el pronóstico de un PIB del 2.4% ha sido reajustado a la baja hasta el 2 por ciento.
            Países como Alemania, la locomotora de Europa, traía una expectativa de crecer en torno al 2.5%, el FMI lo redujo al 1.9%; lo mismo pasa con la Francia, del presidente Emmanuel Macron, que estimaba un PIB del 2.1% y ahora se reajusta al 1.6 por ciento.
            En América Latina,  la fortaleza del dólar y el alza de las tasas de interés de la Reserva Federal han provocado –nuevamente- un estrangulamiento de ciertas economías emergentes vulnerables al ciclo de fortaleza del billete verde.


La fortaleza del dólar
            Brasil trae una burbuja de incertidumbre política ante el relevo presidencial, el FMI originalmente preveía un PIB del 2.3%, lo ha  rebajado al 1.4 por ciento.
            En Argentina, la nueva crisis, ha llevado al presidente Mauricio Macri a tocar las puertas de Lagarde, para solicitar un empréstito inusitado: el FMI otorgará 57 mil millones de dólares para la economía argentina desembolsables en un período de tres años.
            Tanto Argentina, como Venezuela, serán las dos naciones latinoamericanas más castigadas en su PIB este año con una caída de  2.6% y  del 14%, respectivamente.


Reajuste del PIB 2018 por el FMI

PIB                  Original           Reajustado

Mundo              3.9%                3.7%
EU                   2.9%                2.9%
Zona euro         2.4%                2.0%
Alemania          2.5%                1.9%
Francia             2.1%                1.6%
Reino Unido     1.6%                1.4%
Rusia               2.2%                1.7%
China               6.6%                6.6%
India                 7.4%                7.3%
México             2.3%                2.2%
Fuente: FMI Perspectivas de la Economía 2018


SECTORES SUFREN ESTRAGOS
            Hay diversos sectores a nivel mundial que están acusando ya los efectos de la guerra comercial de Trump, y eso que todavía es un plazo corto, por lo que el escenario se complica en tanto sigan vigentes las medidas anómalas.
            En México, por ejemplo, el acero y el aluminio que con el Tratado de Libre Comercio (TLCAN) gozaban de cero impuestos, pasaron a gravarse con aranceles.
            Para Máximo Vedoya, líder de Canacero, hay una “grave situación que afecta a nuestro sector industrial creada por la aplicación de aranceles del 25% bajo la medida 232 impuesta por los EU”.
Máxino Vedoya

México, reiteró Vedoya no representa riesgo alguno de seguridad nacional para los EU y dicha medida artificial es francamente incongruente con los principios de libre comercio y es “un precedente lesivo” que vulnera el libre mercado de la región.
Como resultado del proteccionismo norteamericano, las exportaciones de acero de México hacia EU, han caído en un promedio del 30%, mientras que las de EU a México se han mantenido y en algunos productos han crecido, incrementando el déficit de dos billones de dólares que México tiene con el país vecino.
En España, las padecimientos acontecen en el sector olivarero, desde hace meses atrás sus productores traen una pugna con las autoridades comerciales estadunidenses debido a que les elevaron los aranceles para la aceituna de mesa que pasaron del 21.6% al 34.79 por ciento.
Prácticamente,  me explicó Rafael Sánchez de Puerta, subdirector de Dcoop, con ello quedan “fuera del mercado americano” y les deja la opción de pelear a través de la UE para conseguir una defensa ante la OMC y en segunda instancia, buscar otros mercados.
Rafael Sánchez de Puerta

Además les ha creado distorsiones internas porque los productores traen un excedente de producción que seguramente afectará a la recogida de la oliva en la campaña de 2018/2019.
Dcoop es el mayor grupo productor mundial de aceite de oliva virgen extra y de aceitunas de mesa, varias de sus cooperativas empiezan a resentirlo en sus balances contables, y es que “50 millones de kilos de aceituna negra se han quedado sin salir este año”.
“Las políticas arancelarias de Trump contradicen todo lo que se había conseguido hasta ahora no sólo en EU sino a nivel mundial; todos hemos padecido problemas con otros  países por diferencias con los costos de mano de obra, sin embargo, no contribuye a la globalización imponer aranceles y sanciones”, me dijo el empresario.
Sánchez de Puerta, manifestó su temor porque pueda desencadenarse a nivel mundial una espiral de acción y reacción: “Lo que hay que hacer es ser más competitivos, más eficientes y productivos”.

         De la guerra comercial, refirió que en la Unión Europea (UE)  la sensación es de  “amenaza  constante” y en especial hay cierto “pánico” cuando Trump merodea la idea de subir los gravámenes a las importaciones de automóviles.
Ni EU se libra del efecto boomerang en una economía altamente interrelacionada, vertebrada con cadenas de valor en diferentes países, con procesos deslocalizados geográficamente:  los productores de soja estadunidenses no ven aquello de “ganar, ganar y ganar”,  las exportaciones de soja a China han bajado un 1.2% en septiembre.

El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA por sus siglas en inglés) advirtió de un efecto en los inventarios de los productores locales “que serán un 51% mayores de lo estimado un mes antes”.
En un editorial, Bloomberg, reveló que la factura del proteccionismo estadunidense “ya afecta el valor de la producción agrícola de este país, tan sólo los productores de soja perderán al menos 3 mil 200 millones de dólares durante la próxima temporada agrícola”.
Existen  muchos más casos de  cómo el proteccionismo no será nunca la mejor decisión,  la Casa Blanca pretende ignorarlo obviando igualmente las lecciones del pasado, lo hace con cierto aire de  superioridad arrojando a la aldea global sus primeros cubitos de hielo.




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