ASIA
CONTRAPESO A EU Y
A SU
EFECTO MARIPOSA
Por CLAUDIA LUNA PALENCIA
Economista especializada en periodismo
económico y análisis geoeconómico
La transición hacia un nuevo orden
mundial es evidente: la sábana del poder disputada por Estados Unidos y China
sacude pelusas entre varias economías posicionándose claramente entre uno y otro bando; se ha cumplido la premonición del general Patrick Hugues,
años atrás director de la Agencia de Información de la Defensa (DIA) que en
1997 aventuró el colapso de la supremacía de su país atenazada por China y
Rusia.
Banderas de China y Estados Unidos |
No fue el único porque algunos think tanks analizaron hacia qué sitio se
estaba desplazando la pangea de intereses internacionales gracias al deshielo
de la Guerra Fría; un nuevo rompecabezas geopolítico se estaba conformando.
Tres años antes de concluir el
siglo XX, las tesis de diversos círculos de analistas e intelectuales al
interior de la Unión Americana
deslizaron que desde la Casa Blanca no se estaba haciendo nada para
contener el inminente escenario previsto, catastrófico para ellos, dado que se
trataba de ceder la hegemonía norteamericana impuesta una vez finalizada la
Segunda Guerra Mundial.
Patrick Hugues |
Sobre de esa pérdida de sustancia y de visión supremacista de largo plazo discutieron diversos autores en un libro clásico como lo es “Geopolítica del Caos” en ese entonces Michael T. Klare experto en análisis internacional advirtió que Washington carecía de un plan B.
“Existe también una tensión
entre los expertos diplomáticos que ponen el acento sobre el peligro
ruso y aquellos que subrayan más la existencia de una amenaza china, pero ambos
grupos se ponen de acuerdo en la necesidad de estar prevenidos respecto a una
futura cooperación militar entre Moscú y Pekín”, alertó Klare.
Igualmente precoz resultó la admonición mordaz de Richard Bernstein en su ensayo “The Coming
Conflict with China”, uno por venir ya sea por Taiwán, por el dominio de los
mercados, de las entrañas del petróleo y el gas o del maná del comercio; por la expansión
económica china inteligentemente eslabonada con la nueva perla unificadora
entre China, Asia, Europa, África y América Latina como es la ambiciosa Nueva
Ruta de la Seda (en inglés One Belt, One Road).
Donald Trump y Vladimir Putin |
En el signo de los tiempos, la gran interrogante es cuánta de esa potestad perderá el monolito norteamericano, cuánto Washington está dispuesto a ceder para compartir el poder que, por ejemplo, le dio la reconstrucción en Japón o el Plan Marshall en Europa; cuánto considera que está en Asia y no en América Latina la esencial disputa para recuperar toda la autoridad.
Michael T. Klare |
Después de los
atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, el segundo hecho
significativo para la aldea global lo es el actual cambio de rumbo en la
política estadunidense.
La llegada del
empresario Donald Trump (sus familiares son inmigrantes de raíces alemanas en
busca del sueño americano) a la Casa Blanca prácticamente está azuzando todo el avispero geopolítico.
Hay un
desequilibrio visible en el (des)orden mundial con una serie de roces y
enfrentamientos innecesarios provocados no sólo en el terreno diplomático, sino
también en cuanto al entramado del multilateralismo en lo comercial y en lo
económico.
CHINA
QUIERE EL REEQUILIBRIO
Mientras
Occidente tambalea de la mano de su líder -como en tiempos del Imperio Romano-
en Asia, China no deja de construir andamio tras andamio la expansión de su
economía pero también empieza a reclamar su papel trascendental en la
geopolítica.
El dragón asiático y el elefante de la India |
El dragón
asiático está llamado a convertirse, de forma consistente, en la primera
potencia del mundo a partir de 2030, según un informe elaborado por la OCDE que
se titula "Una mirada a 2060: Una visión global del crecimiento a largo
plazo”. Para 2060, tanto China como la
India, serán las dos potencias económicas eje del sistema productivo global.
Mapa de India y China |
Con estos
pronósticos no es de extrañarse que EU esté realizando los movimientos
estratégicos políticos, comerciales, militares, económicos y financieros para
asegurar que esto no suceda así.
Trump no ha dejado de enviar
incesantes dardos envenenados: 1. Obligándole a mediar con Corea del Norte
buscando fracturar la cercanísima relación tradicional entre norcoreanos y
chinos, acorralando al gobierno de Xi Jinping para que China cumpla con el
boicot comercial, económico y de inversiones que el Consejo de Seguridad de la
ONU avaló recrudecer debido a las
prácticas nucleares ordenadas por Kim Jong-un; 2. Provocando roces diplomáticos
entre China y Taiwán en los que EU ha sido el factor de disenso debido a que en marzo pasado el
presidente norteamericano decidió firmar
la Ley de Viajes a Taiwán que permite a funcionarios estadunidenses viajar al
pequeño estado insular sin contar con el permiso de Pekín; violando con ello la
política china de “una sola China”. Trump recién obtuvo la victoria
electoral sostuvo una conversación con
Tsai Ing-wen, presidenta de Taiwán, acercamiento que provocó un inminente
reclamo y una nota diplomática del país de Mao.
Kim Jong-un, líder de Corea del Norte y Donald Trump presidente de Estados Unidos |
Todo un rosario de provocaciones hilvanado desde el Despacho Oval hasta el Palacio de Gobierno de Pekín, lo último engarza el reajuste arancelario a las importaciones que arrancó con el acelerador puesto en enero con la nueva tasa en la frontera norteamericana del 30% en las importaciones de paneles y células solares; también una tasa especial del 20% en determinados modelos de lavadoras; después vino el 10% al aluminio y el 25% al acero y el anuncio al poco de un 25% a diversos productos chinos por un valor de 50 mil millones de dólares.
TORPEDOS
ARANCELARIOS ENTRE EU Y CHINA
EU le grava
a China
-Paneles, celdas y células solares
-Algunas marcas de lavadoras
-Bloqueo a ZTE y sus celulares
-10% a aluminio
-25% al acero
-25% a 1 mil 300 artículos por 50
mdd
-Nuevo gravamen artículos por 100
mdd
-Amenaza con imponer otros 200
mdd
China le
responde a EU
-15% al 25% en agropecuarios por
3 mdd
-25% a 106 productos
estadunidenses por 50 mdd
-Amenaza con medidas
cuantitativas y cualitativas
El pasado 5 de
abril se anunció otra tanda alcista esta vez por 100 mil millones de dólares y
hace unos días, Trump ordenó revisar la base de datos de los artículos
importados amagando con imponerle a China otros 200 mil millones de dólares
adicionales subiendo un 10% aranceles a otro cupo de mercancías.
En contrapartida el mandatario Xi
Jinping está girando instrucciones para responder con las mismas medidas, a pesar de que
aguardó con paciencia a que, de última hora, EU se retractase.
En la voz mesurada de Winter Nie,
el único perdedor a mediano y largo
plazo serán los productores norteamericanos, los consumidores norteamericanos y
por ende, “la economía norteamericana”.
“Recordemos que como candidato a la
Presidencia él ya prometió entonces subir las tarifas aduaneras entre un 35% a
un 40% para las importaciones chinas con la pretensión de, en su momento,
forzar a una renegociación”, rememoró la directora regional del sudeste
asiático y Oceanía del IMD Business School.
Pero esto puede llegar a
convertirse en una pelea que lo único que hará es continuar desnudando la
constante y clara pérdida de terreno de la hegemonía norteamericana.
Esto es muy fácil de entender,
añadió Nie, el perdedor será EU en esta guerra comercial, y Trump “sabe que
está navegando en aguas turbulentas” demostrando además una ignorancia total
acerca de la tesitura de las relaciones en Asia.
Es el escorpión levantando el
aguijón esperando picar para desparramar su veneno en busca de debilitar al
otro, a su víctima, pero China no es endeble ni taciturna ya dijo que
responderá con medidas cuantitativas y cualitativas. Es decir, no únicamente
recurriendo al amplio abanico de elevar los impuestos aduaneros sino también
tiene bonos del tesoro, tiene muchas más reservas en divisas, en oro, y muchos más amigos y aliados.
La escalada comercial terminará
desatando no sólo los torpedos arancelarios sino otras tácticas cargadas de
nitroglicerina geoeconómica, a juicio de
Winter: “EU es el que más necesita de China, Trump debe entender que no
estamos en la década de 1980, hoy existe un claro liderazgo; la obsesión de
Trump pasa por recortar el déficit comercial porque China les exporta 505 mil
millones de dólares y a cambio les importa 130 mil millones de dólares, ese
déficit por 376 mil millones de dólares pretende corregirlo a golpe de subida
de aranceles, pero se equivoca”.
DEL
G7 DEL DESASTRE A LA ALIANZA ASIÁTICA
El mundo de revés: mientras el
huésped de la Casa Blanca abogaba en el cónclave del G7 en Canadá (8 y 9 de
junio) por volver a incluir a Rusia en sus reuniones anuales, justo del otro
lado del mundo, el líder ruso Vladimir Putin recibía una condecoración
fraternal de manos de Jinping.
La cita en Qingdao, provincia de
Shandong, reunió a los países miembros de la Organización de Cooperación de
Shanghái (OCS) prácticamente congregó al núcleo focal de Asia y parte de
Eurasia: China, Rusia, Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán, Uzbekistán, India y
Pakistán como miembros de derecho; y otras naciones observadoras como Irán.
Fundada el 8 de abril de 1996, la
OCS ha ido evolucionando desde los principios cardinales de su formación hasta
que en septiembre de 2003, Wen Jiabao entonces primer ministro de la República
Popular China propuso la creación de una zona de libre comercio que es dentro
de ese proceso en el que actualmente se encuentran sus miembros: la formación
futura y nada lejana de una zona de libre comercio que sería la más importante
del planeta y en la que se encontrarían justo las tres economías llamadas a
liderar el mundo después de 2030 como son China, India y Rusia.
Dentro de este grupo orbitan,
además, cuatro de las naciones más extensas del planeta como son Rusia, China,
India y Kazajistán; asimismo las dos más pobladas del mundo con China y la
India.
Allí en Qingdao quedó el relato del
contraste y el retrato de unidad –la buena sintonía en la foto de familia- que
resultó imposible conciliar a miles de
kilómetros de distancia en el seno del G7 como si fuese el choque de lo nuevo ante lo viejo.
¿A qué acuerdos se llegaron en la
OCS? Ha reforzar entre sus miembros varias premisas relacionadas con la
seguridad regional, hacer frente al terrorismo, separatismo y el extremismo;
continuar trabajando en las cien medidas para facilitar lo más pronto posible
el libre intercambio de mercancías entre sus miembros; a respaldar a Irán en su
Tratado Nuclear; a mantener el cauce de la globalización, del entendimiento
diplomático, y del respeto a los pueblos.
Se llamó a fomentar la confianza
mutua y la buena vecindad entre los Estados miembros; intensificar la
colaboración en el ámbito de la política, la cultura, la economía, la ciencia,
la tecnología, las innovaciones, el comercio, el turismo y la ecología.
Nunca se creyó que las bases de la
nueva moralidad diplomática, sus valores, salieran de ejemplo de un país
comunista con una economía de mercado; en los últimos meses desde Exteriores,
en Pekín, han mediado para evitar una confrontación con la India, luego de que
el gobierno de Narendra Modi permitió que parte de su ejército ocupase Donglang cerca del Himalaya.
Ha sido la bonhomía del líder chino, su
marchamo de paz, lo que permitió restablecer la normalidad corriendo además la
invitación a Modi de acudir este año a la cita de la OCS; también logró mediar
con buen tino en el acercamiento entre el dictador norcoreano Kim Jong-un y el
presidente sudcoreano Moon Jae-in así como con Trump; hechos que permitieron el
encuentro histórico de la pasada cumbre de Singapur.
En menos de noventa días, Jong-un y
Jingping, se han reunido en tres ocasiones: la última, el pasado 19 y 20 de
junio, esta vez de visita oficial de Estado; la nueva recepción -como
refirió la prensa asiática- sirvió para
hablar de los pormenores del acuerdo marco conjunto firmado entre Jong-un y
Trump.
Jong-un y Jingping |
China ve con buenos ojos la
desnuclerización de su vecino y tradicional aliado pero mucho más con un hálito
de descanso que EU retire a sus casi 30 mil soldados de Corea del Sur y suceda
una acelerada distensión en la región.
El eje Pekín-Pyongyang es fuerte,
se entienden mutuamente, y como expresó Jingping nada lo romperá ni siquiera la
promesa de una lluvia de inversiones norteamericanas en la hermética nación
norcoreana.
“No importan los cambios que se
produzcan en la situación internacional, las relaciones entre China y Corea del
Norte no cambiarán, y el apoyo de China a Corea del Norte no cambiará”, expresó
convencido el líder supremo chino.
Ante el enojo de Washington, China
sigue ganando hoy por hoy, de la potencial desnuclearización sale ganadora y de
una posible apertura a las inversiones también, de hecho, la coalición sino-rusa ya anunció su disposición en pro de llevar sus empresas y tecnología
a Corea del Norte.
Hasta el presidente ruso Vladimir
Putin invitó a Jong-un para el próximo mes de septiembre al hombre de moda, al
real ganador (vindicado y revindicado como sátrapa) del encuentro con el máximo
representante de la política norteamericana.
Hay lo que hay diplomacia pero
intereses económicos, negocios por hacer primordialmente para China y la India,
economías con un crecimiento anual promedio de entre el 6.2% y el 6.5% y
necesitadas de petróleo, gas, agua y también de minerales. Corea del Norte es
la quintaesencia de los minerales como el hierro y otros elementos que el
Instituto de Investigación de Corea del Sur cifra en “trillones de dólares”
ocultos en el subsuelo de la república popular.
A través del entendimiento entre
las partes en la Organización de Cooperación de Shanghái es plausible la expansión
de los ambiciosos proyectos de gasoductos, oleoductos, presas hidráulicas,
conexiones de vías férreas, puertos marítimos y grandes explotaciones bajo la
Nueva Ruta de la Seda.
Países
miembros de la Organización
de Cooperación de Shanghái
China, India, Rusia, Pakistán, Uzbekistán, Tayikistán, Kazajistán y Kirguistán
La meta es la de concretar
las obras de infraestructura en un lapso de 30 a 35 años, esto es, después del
año 2050 el mundo tal y como se conoce hoy en día será vertiginosamente
distinto.
Para acelerarlo China
anunció 124 mil millones de dólares adicionales para la construcción de
diversas obras y la inyección de 14 mil 500 millones de dólares en el Fondo de
Inversiones así como reforzar al Banco de Inversión en Infraestructura de Asia
(AIIB).
China pretende
vertebrarse directamente por tierra y
por mar, interconectarse con 65 países construyendo rutas de acceso en
vías férreas y portuarias para facilitar el trasvase de las mercancías, desde
Indonesia hasta España… desde el Pacífico hasta el Atlántico.
En la actualidad no queda duda: hay
dos modelos abiertos y yuxtapuestos, a EU finalmente le alcanzaron las
premoniciones de sus asesores, han transcurrido las dos décadas y el gigante
asiático camina velozmente listo para
desplazar el poder hacia Asia… llevarse toda la sábana.
El gigante asiático |
Lo hace construyendo lazos, en
tanto que la nueva política norteamericana destruye, sacude, irrita, provoca,
quiere el caos para concitar confrontaciones de unos con otros; se salta todas
las normas diplomáticas así como las políticas del buen vecino e inclusive se
sitúa por encima de las instituciones eje del consenso global y que velan por
las relaciones internacionales.
Provoca el caos
para conservar el liderazgo, para en la confusión seguir siendo el ganador, en
medio del efecto mariposa.
CULTURAL
PRESS
=
PRENSA
CULTURAL
Saber y Periodismo
Director
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Redacción
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Felipe Hernández Sandoval
Innovación y Logística
Yolanda Tiscareño Valencia
Guadalajara, Jalisco, México, sábado
4 de agosto de 2018.