jueves, 1 de febrero de 2018

Del porfirismo antiguo al neoporfirismo de Peña Nieto

Porfirio Díaz y Enrique Peña Nieto


1876 Y 2018, LA HISTO
RIA DE REPITE

David Aréchiga Landeros *
Por David Aréchiga Landeros*
       En 1876 el General Porfirio Diaz tomó el poder en México, y con un intervalo de 4 años, gobernó este país hasta el año 1911 en que fue derrotado huyendo a París, Francia, donde murió, de muerte natural, en 1915.

       En ese año de 1876 Porfirio Diaz encontró un país desordenado, en caos y violento, pues habiendo fallecido Don Benito Juárez en 1872, varios grupos se peleaban por el poder entre asaltos, crímenes y un desastre económico, como resultado de los jaloneos de la  Reforma, la guerra contra el Emperador Maximiliano y Carlota, agravado por la muerte de Juárez, el gran líder del siglo XIX.



Maximiliano y Carlota

El general Porfirio Díaz
, el nuevo Presidente, un hombre inteligente, decidido y valiente, héroe militar y brazo derecho de Juárez, basó su plan de trabajo en dos palabras: "Orden y Progreso", logrando en poco tiempo su objetivo de paz en un plan maestro con los siguiente principios:



                              "Fusílenlos y después averiguan  
 "Mátenlos en caliente"

y su consideración de que "en política todos los amigos son falsos y los enemigos auténticos y verdaderos".
Después de más de tres décadas en el poder, el General Porfirio Diaz logró lo que se proponía: paz y progreso, pero desgraciadamente el orden y la paz fue de camposanto, y en cuanto al progreso no se repartió entre el pueblo mayoritario, pues solo progresó el Presidente
y los miembros de su gabinete y sus familias, apoyado en los hacendados y ricos terratenientes con sus tiendas de raya y el trabajo esclavizado de peones, en su gran mayoría indígenas, así como los gobernadores siempre nombrados y controlados por el gran dictador.
Cualquier semejanza con la realidad actual, es mera coincidencia.

Benito Juárez

En estas condiciones, en 1910 estalló la Revolución Mexicana con Madero al frente, con un solo anhelo: "Sufragio Efectivo. No Reelección", lo que equivalía a exigir democracia para acabar con la dictadura.
Francisco I. Madero, un civil de buena educación y sentimientos, también logró su propósito, pues en 1911 ganó las únicas elecciones democráticas que hemos tenido en México, pero como los contras lo vieron como un impertinente, lo asesinaron en 1913, volviendo los militares al poder en la persona con cara de chacal del General porfirista Victoriano Huerta.
Todos los grupos revolucionarios se fueron a la cargada contra el General Huerta, asesino del mártir de la Revolución, y tanto carrancistas, villistas, obregonistas, zapatistas y otros, se pelearon y se mataron entre sí en un toma y daca implacable, hasta que en 1929
Plutarco Elías Calles fundó el Partido Nacional Revolucionario (PNR) "que supo amalgamar en su seno a las distintas corrientes de pensamiento fogueadas al calor de la Revolución de 1910".
Miguel de la Madrid, Carlos Salinas y Ernesto Zedillo

En 1946 aparece el Partido Revolucionario Institucional (PRI), ya sin la presencia del sector militar "para contribuir con ello al mantenimiento de la paz y la seguridad nacional". Prueba de ello es que después del Presidente General Manuel Ávila Camacho, aparecieron los presidentes civiles con el abogado Miguel Alemán, hasta el final del siglo XX en que los economistas Miguel de la Madrid, Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo, terminaron con la tradición del PRI y los mexicanos se sintieron tan agraviados contra estos tres neoliberales, que el mismo PRI tuvo que simular una alternancia con el Partido de Acción Nacional (PAN), institución conservadora, encomendando la tarea a dos peleles: Fox y Calderón, que desgobernaron del año 2000 al 2012, en una docena trágica que nos dejó una guerra civil, tan bien hecha, que hasta este 2018 persiste más activa que nunca.


Viendo el PRI que la alternancia azul valió una pura y dos con sal, se le ocurrió la gran idea de inventar un Presidente del "Nuevo PRI" en 2012, que agravó las cosas, al grado que ahora ya nadie quiere saber nada de Enrique Peña Nieto, el reformador que quiso imitar a Juárez con sus reformas y así nos fue.
       Pero la creatividad del PRI no tiene límites y ahora está reinventando a un candidato que no es miembro del Partido Revolucionario Institucional, como representante del "Nuevo PAN", en la imagen de "Toño Mid", otro economista aparentemente sin mancha, pero que de plano no pinta en la presente campaña.

"Toño Mid"

En este 2018, quien gane la elección, encontrará a un México parecido al que recibió el General Porfirio Diaz en 1876, un país sin paz, ni democracia, ni progreso; violento, en guerra civil, con mucha corrupción e impunidad, ausente de democracia y justicia social (Lema del PRI), y sobre todo, sin un candidato idóneo para resolver los problemas de 120 millones de habitantes, la mitad en pobreza.

Resumo: 1876 y 2018, 
la historia se repite.



dalan16@hotmail.com  *Doctor en Ciencias.
Universidad de Guadalajara.


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Guadalajara, Jalisco, México,  jueves 01 de febrero de 2018.

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