jueves, 9 de noviembre de 2017

El héroe de Nacozari

7 DE NOVIEMBRE DE 1907 Y JESUS GARCIA CORONA, NO SE OLVIDAN



Por David Aréchiga Landeros*

  A lo largo de su Historia, México ha tenido muchos héroes militares,

políticos, héroes deportivos, todos muy importantes, que destacaron

cada quien en su área, dentro de un ámbito en que se les ha pagado

por ello como servidores públicos o deportistas venerados.

  Sin embargo, los héroes civiles que realizan actos heroicos por los

que dan la vida, sin tener obligación material o moral para hacerlo,

sino solo el sentimiento muy humano de amor por los demás, realmente

son muy pocos.



  El caso de JESUS GARCIA CORONA, el Héroe de Nacozari, Sonora,

resulta un caso muy especial, pues el 7 de noviembre de 1907, hace más

de un siglo, dio su vida para salvar a decenas de familias que

radicaban en el pueblo de Nacozari, Sonora, que hace frontera con

Estados Unidos.

  Jesús García Corona nació en Hermosillo, capital del Estado de

Sonora el día 13 de noviembre de 1881 y llegó a trabajar como

maquinista de locomotora de vapor en una empresa minera ubicada en

Nacozari, Sonora, donde se realizó como un empleado cumplido y buen

amigo de sus compañeros trabajadores, recibiendo cursos de

capacitación en el país vecino, que aprovechó muy bien, siendo bien

estimado y admirado por sus jefes norteamericanos encargados de la

Mina de cobre.

  El 7 de noviembre de 1907, sin estar en servicio, Jesús platicaba

con algunos amigos en los patios de ferrocarril de la Minera, cuando

de pronto escuchó un grito que anunciaba el incendio en un furgón

cargado con dinamita, de un tren que estaba por salir con la máquina

ya enganchada, cargando el detonante que se utilizaba para los

trabajos de excavación en la mina.

  Jesús García Corona, sin pensarlo dos veces, se dirigió hacia el

tren y se subió a la máquina, pidiéndole al fogonero José Romero que

le ayudara a encender el fuego de la caldera para tener la energía

necesaria y sacar el tren del lugar, evitando que estallara dentro del

pueblo, donde habitaban algunos cientos de ferrocarrileros, familiares

y funcionarios de la mina que corrían gran peligro, pues estando el

pueblo ubicado en lo más bajo de un profundo cañón enclavado en la

montaña, se corría el riesgo de que con la explosión el pueblo entero

con sus pobladores quedaran sepultados.

Nacozari, Sonora

Mientras el incendio continuaba, Jesús puso en marcha el tren ayudado

por el fogonero que atizaba la caldera de la máquina, en una marcha

lenta por el peso de la locomotora, los vagones incendiados, y además

por el terreno inclinado que había que subir para sacar el convoy del

pueblo amenazado.




  Cuando el maquinista calculó que ya estaba suficientemente retirado

del pueblo, ordenó al fogonero ayudante José Romero se bajara de la

máquina para seguir él solo manejando el convoy a una distancia más

lejana; el fogonero se bajó, no sin antes solicitarle a Jesús que

parara el tren y él también se bajara para salvar la vida, pues la

dinamita estaba a punto de estallar.

  Jesús, ya solo, continuó avanzando varios kilómetros más para

asegurarse de que no peligrara la vida de la gente del pueblo,

incluyendo a su propia familia, cuando la explosión retumbó por toda

la región ubicada en un cañón de la montaña y se escuchó a decenas de

kilómetros a la redonda, muriendo en el acto Jesús, pero salvando a

todos los habitantes  de Nacozari, en el Estado de Sonora.

  Ese acto heroico de JESÚS GARCIA CORONA, tuvo repercusión

internacional y su nombre aparece como recuerdo imborrable en placas

de calles en varios países del mundo, en América y Europa, y en México

encontramos esculturas en su honor, calles y escuelas con su nombre,

habiéndose convertido en un ícono, símbolo y líder de los trabajadores

del riel en nuestro país y en un ejemplo para la juventud de todas las

generaciones, instituyéndose oficialmente el día 7 de noviembre como

el Día del Ferrocarrilero.

  El popular cantante Francisco "El Charro" Avitia grabó un disco con

el corrido de Jesús García Corona, en honor del gran Héroe de

Nacozari, en una versión que por razones de versificación se refiere a

la máquina 501, pero es necesario aclarar que dicha locomotora en

realidad estaba marcada con el número 2 en el momento de la explosión.





  Nuestros abuelos y padres ferrocarrileros, así como nuestros

maestros de primaria, nos inculcaron el respeto y admiración por

JESÚS GARCIA CORONA, como el héroe civil más importante del

mundo, quien sin

ser general, político, deportista famoso o mártir religioso, sintió

como obligación moral salvar a cientos de semejantes de una muerte

segura, inspirado en la fuerza que le motivó el amor por sus

semejantes.



  Resumo:

MÁQUINA 501.

  Máquina quinientos uno, la que corrió por Sonora, por eso los

garroteros el que no suspira, llora.

  Era un domingo, señores, como a las tres de la tarde, estaba Jesús

Garcia, platicando con su madre.

  Dentro de pocos momentos: -Madre, tengo que partir, del tren se

escucha el silbato, se acerca mi porvenir.

  Cuando llegó a la Estación, el tren ya estaba silbando y un carro

con dinamita, se les estaba quemando.

  El fogonero le dice: Jesús, vámonos apeando, mira que el carro de

atrás ya se nos viene quemando.

  Jesús García le contesta: -Yo pienso muy diferente, yo no quiero ser

la causa de que muera tanta gente.

  Le dió vuelta a su vapor, como era de cuesta arriba, antes de llegar

al Seis, ahí terminó su vida.

  Desde ese día inolvidable, tú te has ganado la cruz, tú te has

ganado las palmas, eres un héroe Jesús.

  Máquina quinientos uno, la que corrió por Sonora, por eso los

garroteros, el que no suspira llora.











dalan16@hotmail.com  *Doctor en Ciencias.

Universidad de Guadalajara.




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Guadalajara, Jalisco, México, 

jueves 9 de noviembre de 2017.



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