DOS DE OCTUBRE:
Por David Aréchiga Landeros*
Fue aquel día dos de octubre, del año sesenta y ocho, allá en el
siglo
pasado, bajo la cruel presidencia de Gustavo Diaz Ordaz; mueren
300
estudiantes de gran Universidad, algunos dicen que más, murieron
asesinados,
pues cometieron el pecado de ponerse a protestar
por
gobierno desalmado que nunca quiso escuchar.
Luis Echeverría Álvarez, Secretario de Gobernación y Gustavo Díaz Ordaz, presidente de México en 1968 |
Aquel señor Presidente, déspota como el que más, asesino de
estudiantes,
gente del pueblo, además, esgrimió como razones y un
ejemplo
contumaz, que aquellos Juegos Olímpicos se
tenían que
celebrar,
queriendo justificar esa terrible matanza, que pasados
tantos
años, todo el pueblo mexicano, no la ha podido olvidar,
mucho menos
perdonar.
En los Juegos Olímpicos de 1968, Enriqueta Basilio prendió el pebetero |
El
señor Echeverría, Secretario muy audaz, sirvió de brazo derecho
de
Gustavo Diaz Ordaz, para frustrar movimiento de estudiantes
mexicanos,
que no se olvida jamás y el crimen fue criticado a nivel
internacional,
pues se inició en la gran Francia, propagándose en el
mundo, en
protesta universal.
Los jóvenes pretendían democracia más igual, luchando contra los
déspotas
que pretendían gobernar, sin dar oportunidad a la juventud
Se
usó fuerza desmedida con la tropa militar en barrio del
Tlaltelolco,
de nuestra gran capital, ocurrió la mortandad; cientos de
desaparecidos
que no se pudo encontrar, mezclada gente del pueblo y
personas
inocentes ubicadas en el lugar.
En
premio a esa matanza, considerada "ejemplar", el señor
Echeverría,
esa ansiada presidencia, al fin la pudo alcanzar y siguió
persecución
a estudiantes reprimidos, por lo que mala intención bien
Han pasado muchos años y en estos tiempos actuales se sigue con la
tendencia
de asesinar estudiantes y ahora le tocó a Guerrero, el
pueblo de
Ayotzinapa,
jóvenes estudiantes de una escuela normal, donde
se forman
maestros con oficio de enseñar, que fueron asesinados y 43
desaparecidos
que no han podido encontrar, en una acción encubierta
que
nuestras autoridades no han querido aclarar, con una "verdad
histórica"
que no se puede explicar, porque es una mentira que no
podrán
ocultar. Los muchachos ya no viven, esa es la realidad.
Este es nuestro gobierno, un partido singular, en este país de
viejos
que ya vamos de salida, pero todavía podemos, cuando menos
protestar,
contra este orden de cosas que no supimos evitar, lo que
provoca
tristeza, pero ya con poca fuerza, aún podemos gritar.
En
este país de viejos, que llega a predominar, se siguen matando
jóvenes,
que aún tienen la osadía y del derecho a protestar, y el
gobierno
lo resuelve con una orden: ¡Matar!, y así mueren estudiantes
y jóvenes
sin empleo que al narco van a parar, pues no encuentran una
opción de
estudiar y trabajar, bajo gobiernos viciados, corrupción,
impunidad
y la ausencia de justicia con violencia desatada que nadie
Fue aquel día dos de octubre del año sesenta y ocho, allá en el
siglo
pasado, bajo la cruel presidencia de Gustavo Diaz Ordaz, mueren
300
estudiantes, algunos dicen que más, murieron asesinados, pues
cometieron
pecado de ponerse a protestar por gobierno desalmado que
nunca
quiso escuchar, gobierno que no ha cambiado, porque todo sigue
igual, o
peor, esa es la realidad.
Resumo:
Dos de octubre no se olvida,
no se olvidará jamás.
dalan16@hotmail.com *Doctor en Ciencias.
Universidad
de Guadalajara.
CULTURAL
PRESS
=
PRENSA
CULTURAL
Periodismo y Sabiduría
Director
Mtro. Jesús Pérez Loza
Jefe de Redacción
Felipe Hernández Sandoval
Guadalajara, Jalisco, México, lunes 2 de octubre de 2017.
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